Ámsterdam en tres días

Me considero muy fan del impresionismo y en particular de Vicent Van Gogh. Llevaba mucho tiempo queriendo ver la obra de este famosísimo pintor pero nunca veía la oportunidad. Un día se hizo la luz y hacían una exposición en Sevilla y ahí que fuí. Menuda decepción. Fue entonces cuando decidí que sí o sí iría al museo de Van Gogh en Ámsterdam y allí me planté cinco meses después para quitarme la espinita.

Mi recomendación principal para ir a visitar la ciudad holandesa es organizarlo con tiempo. No te diré nada nuevo si te digo que Holanda es muy cara y cuánto más tardes en hacer tu reserva, más caro.

Nosotros hicimos reserva en el XO Hotels Van Gogh, literalmente a 100 metros de la puerta del museo. El hotel era agradable, limpio y lo mejor la ubicación: en plena zona de museos y con  transporte público y supermercado cercanos.

Para intentar ahorrar un poco de dinero Ámsterdam ofrece una tarjeta  llamada City Card que dependiendo del número de días que vayas a estar en la ciudad tiene un precio u otro. Esta tarjeta incluye acceso a una gran cantidad de museos y transporte público. Merece la pena ya que la mayoría de museos principales como el Rijksmuseum o el de Van Gogh está incluído, todo el transporte que uses durante esos días e incluso un crucero por sus canales.

Eso sí, para visitar el museo de Van Gogh tienes que sacar la entrada online, ya que tiene un cupo diario. Lo único que tienes que hacer  es entrar en su web y a la hora pedir tu entrada marcas la opción de City Card.

Para conocer mejor la ciudad en poco tiempo nos decantamos por los freetours. Hay decenas de empresas por la ciudad que ofrecen estos servicios, nosotros cogimos el primero que vimos, para qué nos  vamos a engañar: El paraguas blanco, aunque la verdad que acabamos muy contentos. Nosotros hicimos tres: uno general, el barrio rojo y otro por el distrito de las 9 calles. Evidentemente, aunque ponga free, no lo son. Primero porque la ciudad cobra un impuesto por estas salidas, algo menos de 2€, y aparte el general si que es “gratis” pero por los demás si que pagamos; pero vaya, fue un dinero bien invertido: los guías muy amables, simpáticos y te enteras de cosas de la ciudad que evidentemente yendo por libre no conocerías.

Tras estos primeros apuntes organizativos, os dejo lo que para mi son los imprescindibles de Ámsterdam.

PASEO POR LA CIUDAD

Evidentemente Ámsterdam es una ciudad para perderse. Ya sea verano o invierno la ciudad no pierde su encanto. Conocida como la Venecia del norte es imprescindible recorrer sus calles y hacer un pequeño crucero por sus canales.

La Plaza Dam, el complejo Religioso Begijnhofkapel, el Palacio Real o la Casa de Rembrandt son lugares que no puedes perderte.

Como es bien conocido unos de los atractivos de la ciudad es recorrerla dando un paseo en bicicleta. Hay miles. Yo sinceramente me lo planteé, pero cuando vi el tráfico y demás pensé que por mi seguridad mejor ir andado o en tranvía. Hay bastante caos, y ellos estarán acostumbrados, pero nosotros no.

Ámsterdam

MUSEO DE VAN GOGH

Para mi de lo mejor del viaje por mi gusto por su pintura. Fue el motivo principal por lo que viajé a la ciudad, y su visita no defraudó. Fue muy interesante conocer obras menos conocidas del pintor pero igualmente impresionantes.

Allí podrás encontrar cuadros míticos como Los girasoles, La habitación de Vincent  o Autoretrato con sombrero de fieltro gris.

Trigal con cuervos

Almendro en flor

BARRIO ROJO

El barrio con más fama de todo Ámsterdam. La verdad que me resultó un poco violenta su visita pero también una visita única. Esta zona la hicimos con guía y la verdad que nos explicaron muchas cosas curiosas. Por ejemplo, el nombre; rojo son los farolillos que las mujeres dejaban en las puertas de sus casas para que los marineros de la época tuvieran claro a que hogares dirigirse para conseguir sus servicios. Hoy día aparte de luces rojas, también las hay azules. ¿por qué? mujeres trans.

MUSEO DE ANA FRANK

Sin respiración te deja este museo. Museo casa en realidad, porque es el lugar donde Ana Frank pasó casi tres años confinada huyendo de la barbarie nazi. Realmente el edificio no tiene prácticamente nada, apenas unos muebles  y fotos, pero te deja sin palabras, solo pensar lo que se ha vivido allí… Hay cosas que no hay que olvidar.

El museo se encuentra en el barrio Jordaan, un antiguo barrio obrero convertido hoy día en una zona bohemia llena de tiendas alternativas y mucho arte. No dejes de visitar  la casa de Rembrandt, el monumento Homomonument, dedicado a los perseguidos por su condición sexual o  la Iglesia de Westerkerk,  la más grande del país.

Ana Frank

RIJKSMUSEUM

El Museo nacional de Holanda recoge la mayor colección de arte holandés y la obra de grandes autores como Rembrandt.  El museo es enorme así que debes planificar muy bien tu tiempo y qué es lo que te apetece ver. Entre  los cuadros más conocidos encontramos  la Guardia de noche de Rembrandt, La Lechera de Johannes Vermeer o Paisaje invernal de Hendrick Avercamp.

Museo Nacional

COFFEESHOPS

No podía acabar el post sin hablar de los famosos coffeeshops. Existe un gran turismo y negocio alrededor de estos establecimientos.  A simple vista pueden parecer simples cafeterías pero nada más lejos de la realidad, ya que en su interior esta legalizado el consumo y venta de marihuana.

Podríamos tener un amplio debate al respecto y enumerar las mil contradicciones de  estos bares, ya que por ejemplo en la mayoría esta prohibido vender alcohol pero puedes consumir canabis de muchas formas diferentes: fumando, en magdalenas o pastelitos por ejemplo. Con el paso del tiempo estos bares se han ido reduciendo debido a las presiones de los países vecinos y del propio gobierno que intenta reducir este tipo de turismo, igual que ocurre con el barrio rojo que también esté en el punto de mira.

Y hasta aquí Ámsterdam, espero que lo disfrutes! 🙂